miércoles, 23 de julio de 2008
Chau, chau, adiós...
Hasta hace unas horas la Presidenta Cristina Fernández tenía un confidente, un leal, un apoyo incondicional, pero ésta persona también se hartó de las disputas del matrimonio. Noches enteras corriendo en Olivos, tratando de mediar entre dos frentes intolerantes. Es innegable su esfuerzo. Fue la cara de muchos comunicados, el responsable de intensas operaciones, el puching ball de violentas rabietas...pero ya fue.
El gobierno tiene hoy una gran oportunidad de cambio, habrá que seguir con atención la decisión de la Jefa de Estado.
Se rodeará por fin de funcionarios coherentes con la democracia, el conocimiento, la mesura y el bien común o por el contrario, se someterá ciegamente a su vengativo cónyuge?
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