Es imposible aburrirse en la Argentina. Cuando no son los pastizales que arden, se despierta un volcán chileno y deja media patagonia bajo las cenizas.
Hoy a la mañana cuando desperté, no terminé de abrir los ojos y dije: "Volvió el humo" y sentí por un momento lo que se siente cuando uno es sorprendido por la visita de un pariente lejano al que casi no conoce y menos soporta. Y de inmediato recordé que hoy se define el conflicto con el campo, así que puede incendiarse hasta el obelisco.
El mundo avanza a pasos agigantados y nosotros acá, quietitos, en el confín de la tierra, convocamos a las pestes de antaño para que nos saquen del infierno en el que nos metieron: piqueteros contratados para escrachar a los comercios, encapuchados que presionan para recibir alimento y ropa en los shoppings, Moreno que ruega que llueva gasoil mientras aprieta a las petroleras, a los colegios privados, a los matarifes de Liniers y hasta a los del servicio meteorológico. Kirchner pega afiches contra Clarín mientras su chofer se compra Telefé. Los Fernández que se reproducen como langostas y terminan destruyendo todo lo que tocan....
¿Estaremos viviendo las siete plagas de Egipto? Serán señales que nos envían desde el primer mundo para que abandonemos este modelo autoritario y retrógrado, tan semejante al de Chávez y tan diferente al de Angela Merkel.
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