Adiós

Ni el mismo Raúl Alfonsín hubiese imaginado tanta conmoción por la noticia de su muerte. Siempre se valora a la gente tarde, muy tarde, y sin restarle ningún mérito como político, hoy sinceramente creo que la gente se ha aferrado al recuerdo de este hombre porque necesita recobrar la confianza en los mandatarios. La honestidad, humildad y vocación por el diálogo lo caracteriza y lo diferencia sustancialmente de los Kirchner.
Él, sí tenía un proyecto de país. Hoy no lo tenemos. Es más, tenemos una Presidente que no puede aparecer públicamente en las exequias porque va a ser repudiada por el pueblo.
Pido simplemente que la memoria de un demócrata ilumine la mente de los mediocres.
QEPD