Hoy fue al Mercado Central, en La Matanza y habló pausadamente, casi coloquial, sin levantar el tono. Como ayer en el Chaco, habló de “abrir los brazos para los que quieren un país chiquitito”.
"¿Hasta cuando los argentinos van a soportar que un grupo quiera extorsionar a todos y jugar con el bolsillo?", dijo Kirchner, intentando una vez más dividir en dos bandos a los argentinos y responsabilizando a los cortes por la inflación en la que se ve surgida la economía mucho antes del conflicto con el campo.
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