domingo, 15 de junio de 2008

Un psiquiatra a la derecha

Debo aclarar que este post lo escribí hace tres meses, y si bien muchas cosas han pasado en este tiempo, hay una que no cambia y es el estado mental de nuestro ex presidente. Sin ir más lejos, anoche mientras saltaba como un desaforado en Plaza de Mayo, rodeado por su patota rentada, confesó a los gritos: "Yo soy Perón, yo soy Perón". Luego se escurrió entre las sombras hacia la Rosada. Dos fantasmas lo perseguían, De Angeli y una cacerola abollada....



Hemos tenido todo tipo de presidentes; pero creo que es la primera vez que tenemos dos (uno virtual y el otro alienado o fuera de sí). La Argentina está inquieta y temerosa porque se ve arrastrada hacia un lugar de donde es difícil volver sin violencia. Una mezcla de delirio místico y setentismo recalcitrante invade las arengas de K que no es Fernández. "Con amor le pide al campo que no desabastezca al pueblo sino deberá destruirlos sin mediar palabras". Estás crazy Macaya????????
No le bastó incendiar los campos, ahora quiere arrasar con todo lo que no pueda doblegar...
¿Qué les genera a ustedes escucharlo? a mí por lo pronto, una extraña sensación de indignación y patetismo. Es como contemplar imágenes de la gloriosa película "Atrapado sin salida" y de repente caer en la cuenta, que el personaje principal puede definir el futuro de casi 4o millones de personas con tres gritos disonantes.
Vamos a tener que ser pacientes y equilibrados porque me parece que hasta que no lo llamen Napoleón no se va a dar por vencido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Gaby: Coincido con vos y te felicito por la manera de expresarlo. Lo malo de este gobierno no son sus intenciones, porque cada uno tiene sus convicciones para hacer lo que hace. Lo malo de este gobierno es que no se hace cargo de nada: ni de los números del INDEC, nio del fracaso en la política de precios, ni de D'Elia, ni de los Ministros de Economía que quemó, etc, etc, etc.

Suerte con el blog. Que aparezca con vida Ingrid, pero tambi´´en Jorge Julio lópez, señora presidenta.